El impacto del COVID-19 en África, podría causar más de 300 mil muertos


El número de muertos de COVID-19 sigue aumentando en el occidente, pero el impacto de la pandemia en África podría ser mucho peor. Los dirigentes africanos e internacionales deben actuar con audacia, decisión e inmediatamente para evitar una catástrofe.

Muchos países africanos no estaban preparados para hacer frente a la epidemia del Ébola que estalló en 2014. Y la COVID-19 representa un peligro mucho más grave porque puede propagarse exponencialmente, incluso a través de portadores asintomáticos, mientras que los gobiernos africanos siguen limitados por la debilidad de los sistemas de atención de la salud, la escasez de recursos y las limitaciones económicas y espaciales de las medidas de distanciamiento social.



Desde que Egipto notificó el primer caso confirmado de COVID-19 en África el 14 de febrero, el número de casos ha aumentado a más de 10.000, y Argelia, Egipto, Marruecos y Sudáfrica han registrado más de 2.000 cada uno. El número de muertes en el continente ya supera los 500, lo que implica una tasa de mortalidad muy superior a la media mundial. Esta elevada tasa de mortalidad, junto con el bajo número de casos confirmados, puede reflejar la bajísima tasa de pruebas de COVID-19 en África.

Muchos gobiernos africanos han dado señales de estar dispuestos a responder a la pandemia. Pero diseñar medidas que reflejen la realidad, y asegurar que sean efectivas, será difícil. En Sudáfrica, por ejemplo, los grupos sociales más vulnerables del país luchan por alimentar a sus familias, no pueden lavarse las manos con regularidad porque no tienen acceso al agua potable y no pueden aislarse si viven en barrios marginales superpoblados.



Otros países africanos - con sistemas de bienestar social mucho menos desarrollados que el de Sudáfrica - se enfrentan a retos aún mayores. Según la Organización Mundial de la Salud, el continente tiene sólo 1,06 enfermeras y parteras por cada 1.000 habitantes. Y las pruebas actuales sugieren que la creencia de que el clima tropical de África ayudará a suprimir el coronavirus es un mito.

En las próximas semanas y meses, millones de africanos podrían infectarse con el COVID-19. Los investigadores del Imperial College de Londres estimaron recientemente que, incluso en la hipótesis más optimista, el virus mataría a 300.000 personas en el África subsahariana, por no mencionar los inmensos costos económicos que impondría, debido a la pérdida de ingresos de exportación, la ruptura de las cadenas de suministro y la caída en picado de la demanda.



Por lo tanto, los gobiernos africanos deben hacer de COVID-19 su máxima prioridad, y diseñar y aplicar urgentemente políticas ambiciosas y bien informadas para combatirlo. Después de todo, el apoyo internacional -aunque muy necesario - no sustituye a una acción nacional resuelta.

Fuente: weforum.org/
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